Por Silvana Kalil – Directora de Planning Kommunik
“Acababan de llegar los reproductores de video, lo que había cambiado la vida de la gente. La radio era el pasado y el video era el futuro”
“Video killed the Radio Star” es considerada una de las canciones más importantes de la historia de la música moderna. Su videoclip fue el primero en ser transmitido por el canal MTV el 1 de agosto de 1981.
La letra, explica lo que ocurrió con muchos artistas cuando se comenzaron a producir los primeros videos musicales. Y las imágenes del videoclip muestran antiguas radios siendo destruidas, en un momento en el que empezaba a dársele mayor importancia al televisor.
(El mensaje de MTV era muy claro, llegaría al mercado mostrando vídeos musicales que hagan que la gente deje a un lado la radio prefiriendo este otro medio de comunicación).
La competitividad entre los artistas de las canciones ya no era exclusivamente musical; las canciones tendrían también que verse, no solo que oírse. De hecho, muchos temas ochenteros se recuerdan más por su videoclip que por su música o por su letra.
Algunos cantantes optaron por mantenerse apartados de la producción audiovisual; otros decidieron incursionar en esta nueva tendencia, teniendo así a los que se adaptaron a la perfección a las nuevas tecnologías y a los que no llenaron las expectativas de sus seguidores. Y murieron.
Lo mismo ocurre desde hace algunos años en nuestra industria. Mientras las nuevas estrellas replantearon definitivamente las reglas del juego, muchos publicistas y marketeros se siguen aferrando a los comerciales de 30 segundos, a los tgrps de la manera más caduca. Y al uso de los medios digitales en su forma más primitiva.
“In my mind and in my car, we can’t rewind we’ve gone to far”…
Se respira, en muchas agencias y departamentos de marketing, la misma nostalgia que se respiraba por la radio de los años cincuenta, los viejos estudios de grabación y todo ese mundo vintage que se perdía en la modernidad fulgurante de los años ochenta.
Alguna agencia se atreverá a convertirse en el MTV de la publicidad. Algún cliente apostará con ella y verá su marca trascender como la canción de The Buggles.
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