Por Sergio Cisneros – Gerente General Kommunik
Basta con hacer un googleo rapidito para encontrar una tonelada de ejemplos de casos transmedia. Y no solo de publicidad. Desde la primera campaña de Obama a la evolución de la serie The Walking Dead, hemos pasado de una perspectiva 360 a una narrativa transmedia que todos percibimos pero que nadie parece tener claro cómo explicar.
A mi, puestos a explicarlo con ejemplos, me encanta el caso de la serie Skam. Y eso que es un transmedia que sucede únicamente en dos medios (TV y digital), pero siento que ha sabido entender la narrativa transmedia como nadie más, logrando que la ficción suceda como sucede la realidad.
Skam es una serie de la cadena de televisión pública Noruega NRK que, a lo largo de cuatro temporadas, ha logrado una audiencia creciente por encima del millón de personas, una barbaridad de gente para un país de cinco millones de habitantes.
Lo que caracteriza a Skam, más allá de guión, casting o dirección, es lo peculiar de la narrativa que utiliza.
Skam sucede en tiempo real y se sigue en tiempo real. Los personajes (no los actores) interactúan entre sí constantemente en las redes sociales, permitiendo a la audiencia seguir la historia a medida que sucede. Cada personaje tiene su propio perfil e interactúan en diferentes instancias y conversaciones como lo harían en la vida real. También hay un chat para conversaciones privadas que se puede seguir en la web y también según la cronología de la historia.
Las cosas que suceden en la vida real se graban en clips y se suben a la web. El episodio de Tv se construye cada fin de semana con los sucesos de la semana.
Así, uno sigue la serie los sábados en TV como toda la vida. Pero todo lo que sucede durante la semana se sigue en otros medios.
Si dos personajes, por ejemplo, quedan a tomar un café a las 6 de la tarde, uno puede ver la conversación quedando en tiempo real y, a las 6 en punto, se publica un clip de video con la escena en el café. Y, también en tiempo real, las publicaciones que ambos hagan en sus redes sociales.
Lo que diferencia a Skam de otros casos es, precisamente, lo que yo creo que falta de entender en la narrativa transmedia: que los medios no son el lugar donde se cuenta la historia, sino el lugar donde sucede la historia.
Deja un comentario