Seguidores vemos, influencers no sabemos

Por Nicole Crow – Directora de Cuenta – Kommunik

Hoy las marcas buscan llegar a sus consumidores con formatos diferentes a los medios tradicionales, con contenido más cercano y relevante. Es por esto que el influencer se ha convertido en uno de los primeros medios en el que invierten. Pero, ¿realmente resulta rentable esta inversión?

Un influencer se considera a la persona qué se convierte en un líder de opinión sobre un tema específico. Esta persona “humaniza” el contenido y hace un poco menos comercial la recomendación de un producto. Algunos de ellos han llegado a la fama por su contenido, otros han aprovechado la fama para la creación de contenido. A estos últimos se los considera más celebrities.

Frecuentemente lo primero que ven las marcas al momento de seleccionar a sus influencers es el número de seguidores. Mientras más seguidores, más alcance tiene el mensaje.

Es muy importante saber que, en la actualidad, este canal de comunicación se ha vuelto tan poderoso que con un solo click se puede hacer una compra masiva de seguidores, me gustas y comentarios.

Sin embargo, es necesario analizar a estas personas antes de elegir a quienes queremos que sean voceros de nuestras marcas, estas personas representarán a nuestro consumidor. Muchas de estas llegan a ser personas con las que nuestros consumidores se identifican. Es aquí donde debemos preguntarnos: ¿De dónde vienen sus seguidores? ¿Sus seguidores generan interacciones? O mucho más importante, ¿Esta persona realmente sabe del tema que queremos que hable? ¿Esta persona habla como mi producto?

Por otro lado, el contenido que le damos a esta persona para que genere el mensaje es clave. No debemos dejar que esto se quede en una mención de nuestra marca. Incluso debemos exigir y pedir exclusividad con nuestra marca. Muchos de ellos se convierten en una vitrina de productos, repitiendo incluso marcas de la misma categoría.

En esta era, los influencers tienen más alcance y más credibilidad que un comercial de tv o una cuña de radio. Debemos aprovecharlos correctamente, la gente ya no confía en marcas, confía en las personas.